sábado, 1 de febrero de 2014

Homilía del Cuarto domingo del Tiempo Ordinario/A

Homilía del Cuarto domingo del Tiempo Ordinario/A

Esta fiesta es un preanuncio del misterio pascual. La procesión con las velas es una anticipación de aquella del Sábado Santo, cuando acompañamos a Cristo-Luz, simbolizado en el cirio pascual. Las palabras de Simeón dejan entrever la pasión, el misterio de Cristo que llega a ser luz a través de su sacrificio, iluminando así las naciones todas. Nosotros, como Simeón y Ana, hemos venido al encuentro de Aquel que es “la luz del mundo” y lo acogemos en su Iglesia con todo el fervor de nuestra fe bautismal. A cuantos profesan sinceramente esta fe se les ha prometido el “encuentro” último y definitivo con el Señor en su reino.

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