viernes, 22 de agosto de 2014

Homilía del Domingo XXI Ciclo/A

Homilía del Domingo XXI Ciclo/A
El Apóstol Pedro es el depositario de las llaves de un tesoro inestimable: el tesoro de la redención. Es el tesoro de la vida divina, de la vida eterna. El oficio de ‘poder’, de ‘atar’ y ‘desatar’, dado a los Apóstoles y a sus sucesores, los obispos (cf. Mt 18, 18), está vinculado en cierta medida por participación, también a los sacerdotes. Este ‘oficio’ comprende campos muy amplios de aplicación, como la función de anunciar la Palabra de Dios; la función de santificar sobre todo por medio de la celebración de los sacramentos; la función de regir a la comunidad cristiana por el camino de la fidelidad a Cristo en los diversos tiempos y en los diversos ambientes.