miércoles, 17 de diciembre de 2014

Un ciclón de nombre Francisco

Un ciclón de nombre Francisco
La humanidad y la familiaridad con la que busca, acoge y encuentra a todos, amigos y enemigos de la Iglesia. La valentía que tiene al realizar gesto y encuentro al límite de la audacia, como hacerse bendecir por el patriarca ortodoxo, llevar al imán a lo spies de la cúpula de san Pedro, pedir ser entrevistado por Eugenio Scalfari, telefonear a Marco Pannella, visitar centros sociales, denunciar el lobby que alimenta las guerras, reunir a las principales religiones del mundo para desafiar la cultura del descarte y liberar las víctimas de las nuevas y viejas esclavitudes.

Audiencia del 17 de diciembre: La familia: Nazaret

Audiencia del 17 de diciembre: La familia: Nazaret
Dios ha elegido nacer en una familia humana, que ha formado Él mismo. La ha formado en un apartado pueblo de la periferia del Imperio Romano. No en Roma, que es la ciudad capital del Imperio, no en una gran ciudad, sino en una periferia casi invisible, o mejor dicho, más bien de mala fama. Lo recuerdan también los Evangelios, casi como un modo de decir: “De Nazaret, ¿puede salir alguna vez algo bueno?” (Jn, 1,46). Quizás, en muchas partes del mundo, nosotros mismos hablamos todavía así, cuando escuchamos el nombre de algún lugar periférico de una grande ciudad. Pues bien, precisamente desde allí, de aquella periferia del gran Imperio, ¡inició la historia más santa y más buena, aquella de Jesús entre los hombres! Y allí estaba esta familia.