viernes, 4 de diciembre de 2015

Reflexión al evangelio del día

La oración, cuando es verdaderamente cristiana, oscila entre la necesidad que siempre contiene y la certeza de ser cumplida, aunque sí no se sabe exactamente cuándo. Quien reza no teme molestar a Dios y nutre una confianza ciega en su amor de Padre. Confianza ciega como la de los dos ciegos del pasaje del Evangelio de hoy, que gritan detrás de Jesús su necesidad de ser sanados.
Reflexión al evangelio del día

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