viernes, 20 de noviembre de 2015

Homilía Domingo XXXIV, solemnidad de Cristo Rey/B

El Evangelio de hoy nos presenta un pasaje del dramático interrogatorio al que sometió Poncio Pilato sometió a Jesús, cuando se lo entregaron con la acusación de haber usurpado el título de «rey de los judíos». A las preguntas del gobernador romano, Jesús respondió afirmando que era rey, pero no de este mundo (Cf. Juan 18, 36). No vino a dominar los pueblos y territorios, sino a liberar a los hombres de la esclavitud del pecado y reconciliarles con Dios. Y añadió: “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz” (Juan 18, 37).
Homilía Domingo XXXIV, solemnidad de Cristo Rey/B